sábado, 25 de agosto de 2007

Neurocirugía y Paracas



AMANECER DE LA NEUROCIRUGÍA
ERA PREHISTÓRICA

Analizaremos esta época con la idea de mantener el interés desde el punto de vista documental y no con el propósito de buscar una paternidad ancestral a favor de la Neurocirugía, porque sería falaz referir un grado de parentesco entre las primeras perforaciones craneales, cuyos vestigios han sido encontrados en diversas partes del mundo, y la Neurocirugía actual.

Sin embargo, no se debe dejar de referir estos documentos en tanto en cuanto expresión de iniciativas esporádicas y prácticas aisladas, basadas en indicaciones terapéuticas que han justificado la utilización de un material neuroquirúrgico rudimentario.

Las primeras descripciones de los cráneos trepanados aparecen en Francia en 1873, donde PRUNIERE descubrió varios cráneos que presentaban perforaciones regulares, con forma elíptica por lo general, y realizadas con algún instrumento correspondiente a la Edad de Piedra, dentro del período Neolítico. Estos cráneos fueron estudiados además por PAUL BROCA y LUCAS CHAMPIONIERE. Se apreció que había dos tipos: unos que presentaban señales indiscutibles de reparación ósea en los bordes, muestra de haber sido trepanados en el sujeto vivo, y otros que habían sido realizados tras la muerte. Parece que no se encuentran este tipo de trepanaciones prehistóricas a partir de la Edad de Bronce.

Se hacen descubrimientos análogos en diferentes países de Europa, Oriente y Nueva Zelanda. Curiosamente en Egipto, según refiere ELLIOT SMITH, que mientras fue profesor de Anatomía en El Cairo examinó más de quince mil cráneos, no se encuentra ninguno trepanado.

En Sudamérica, sobre todo en Perú, se comenzaron a encontrar a partir de 1894 cráneos perforados que corresponden a una época más reciente: la de la Civilización Incaica Precolombina. Los primeros cráneos se descubren en Perú en las cuevas de Paracas y probablemente pertenecen a la civilización que existió a lo largo de la costa sur de Perú, unos 500 años a. C.; pareciéndose las trepanaciones a las encontradas en Francia correspondientes al período Neolítico.

Por supuesto, el modus operandi puede ser solamente adivinado por los instrumentos que se sabe eran utilizados hace cuatro o cinco mil años; o los encontrados, por ejemplo, en las grutas de Paracas que consistían en una piedra triangular, afilada, fijada a un trozo de madera; con esto podían realizarse cortes o perforaciones según su tamaño.

Como refiere CUSHING, a veces el defecto óseo se rellenaba con una lámina de plata o de oro. No apareciendo reacciones osteomielíticas que indiquen la aparición de infecciones.

El antiguo cirujano debió adquirir una considerable habilidad en este arte, ya que la práctica parece que fue bastante común. En un dolmen en Francia, por ejemplo, en el que se encontraron ciento veinte cráneos, cuarenta de ellos tenían defectos óseos producidos por la mano del hombre. No se sabe si se utilizaba algún tipo de anestésico, aunque se supone que en Perú utilizarían las hojas de coca, o si el operador aplicaba después algún tipo de producto con cualidades antisépticas, dado que no se han encontrado signos de infección o han sido muy escasos.

La trepanación ha sido llevada a cabo por pueblos primitivos hasta épocas tan recientes como los comienzos del siglo XX. En la India, CAPITAN en 1899, encuentra nativos que trepanaban por diferentes razones, entre ellas una similar a la Ley del Talión; o MALBOT describe, junto con VENEAU, en 1897, la misma costumbre en tribus de Argelia. Los trepanadores iban a una escuela donde recibían instrucciones sobre las indicaciones, arte y cuidado de las trepanaciones. Éstos, al contrario que los cirujanos del Neolítico o los peruanos, evitaban las suturas óseas y la frente, aunque tenían más supuraciones.
Figura: Foto de cráneo con orificios de trepanación


Las teorías que se han referido para explicar el propósito de las trepanaciones se podrían dividir en dos tipos o categorías:

1. - Tienen un significado ritual o religioso. Se realizaban para permitir que los demonios, espíritus y elementos sobrenaturales escaparan de la cabeza. Tales espíritus se consideraban que eran responsables de las convulsiones, idiocia, dolor de cabeza..., como abogaba W.Osler: "La operación se realizaba en la epilepsia, convulsiones infantiles, dolor de cabeza y varias enfermedades cerebrales que se creía eran causadas por demonios confinados a los que un orificio les procuraba un método fácil de huir".

La base taumatúrgica o religiosa de las trepanaciones prehistóricas es discutida extensamente por Lambert y Rogers, que dicen, por ejemplo: "...probablemente la intervención era realizada la mayoría de las veces más como rito religioso o taumatúrgico aplicado a casos de epilepsia, con vistas a liberar los espíritus malignos aprisionados". Este parecer se basa en la multitud de amuletos (disco de hueso) provenientes de cráneos neolíticos encontrados en Francia. Sin embargo, este tipo de amuletos no se han encontrado en Perú y Rogers concluye que: "...puesto que las fracturas de cráneo encontradas en Perú son bastante frecuentes, parece que en esta parte del mundo la intervención tenía una base más quirúrgica que religiosa".

2. - Se realizaba como acto terapéutico en fracturas de cráneo u otros procesos patológicos. Courbille hace el siguiente aserto: "el posible significado militar del procedimiento es sugerido por la presencia de cráneos trepanados encontrados en las grutas de las grandes montañas incaicas, mientras que en las comunidades pastoriles o agrícolas de las llanuras costeras no se encontraba ninguno. El hallazgo de trepanaciones realizadas en cráneos fracturados da más fuerza a esta teoría, ya que las lesiones en la cabeza eran probablemente el resultado del combate. Por otra parte, la trepanación fue realizada para calmar un dolor inexplicable e insoportable, melancolía y otras razones no claras, posiblemente basadas en la superstición o en ideas religiosas. También fueron realizadas post-mortem para darle al joven cirujano experiencia técnica".

Dejando conjeturas aparte, tenemos al menos ciertas evidencias objetivas: En la colección de TELLO de cráneos prehistóricos trepanados del WARREN MUSEUM de la Facultad de Medicina de Harvard hay alrededor de 400 especímenes y gran cantidad de ellos muestran fracturas obvias o signos inflamatorios en o cerca del lugar intervenido. Por esto TELLO tras un cuidadoso estudio concluye: "el examen de la mayoría de los cráneos trepanados de nuestra colección muestra que cuatro motivos fundamentales condujeron a adoptar medidas terapéuticas":
Antecedente de fractura.
Un traumatismo simple de cráneo que afectó al periostio y se siguió de un proceso inflamatorio.
Periostitis u osteoperiostitis circunscrita, quizás también de origen traumático.
Lesiones de naturaleza probablemente “sifilítica".

Además TELLO continúa: "Las fracturas de cráneo fueron los motivos más frecuentes para las intervenciones quirúrgicas... Vale la pena anotar que en la colección de casi 400 cráneos con aperturas artificiales en la bóveda, 250 tienen cicatrices más o menos avanzadas, revelando por tanto la supervivencia de los pacientes y el impresionante éxito obtenido".

Como concluye HORRAX este apartado: "así es la muda pero sin embargo clara evidencia de la neurocirugía antes del amanecer de la historia".


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